Registro sensorial
El mar me habla de imperfección, de liviandad. Me habla de una forma de vida diferente a la mía, una forma en la que no hay formas, me invita a bailar en vez de pensar, me invita a confiar en vez de controlar. No hace falta que haga nada, no es necesario moverme más que lo que mi cuerpo me reclama en esta danza ancestral y maestra, donde se funden los azules del océano y del cielo.
Mi mente es una voz parlanchina que no se detiene, que entra en crisis cuando descubre que va perdiendo fuerza y saca sus mejores guerreros a dar pelea.
Pero no lo consigue, apenas sumerjo mis pies en él, el mar, sin saberlo siquiera, me diluye uno a uno los rumiantes pensamientos con el oleaje fresco del agua salada.
Respiro y agradezco, otra vez estoy aquí y ahora, conmigo.
Lucía Scarafía
La Pedradera, Uruguay
Enero 2023